Mención Honrosa EUROPAN 12 / Ciney, Bélgica

Courtesy of Atelier 56S + Gwenaël Massot

Escrito por Nicolás Valencia
Publicado el 04 de Agosto, 2014

"La ciudad adaptable: insertando ritmos urbanos" fue el tema del último concurso bienal EUROPAN, la competición europea de ideas urbanas y arquitectónicas cuya décima segunda edición recibió 1.762 proyectos, provenientes de 16 países distintos y el jurado decidió premiar a 276 propuestas, liderados por España, Francia, Italia y Holanda.

A continuación, conoce la propuesta de Atelier 56S y Gwenaël Massot, ganadores de una de las menciones especiales del concurso europeo.

Según los arquitectos: Ciney (Bélgica) se puede analizar como una ciudad homogénea que conoció un desarrollo inicial de ciudad medieval, a lo largo de vías de transportes y de comercio. El sitio del proyecto aparece como un hueco en esta construcción urbana, y nuestra primera respuesta fue el hecho de concluir la ciudad, frente al paisaje de colinas que empieza posterior a las vías del tren. Así, el proyecto propone, primero que todo, una inscripción contextual de masas.

Después de la definición de una postura en cuestión de morfología urbana, abrimos el proyecto hacia el río que cruza el sitio, incorporando los factores que definen la capacidad de adaptabilidad de un edificio, de ser un trozo de ciudad.

La continuidad de las fachadas nos llevó a construir de manera alineada en el borde del sitio: reinterpretando la configuración de las parcelas de la ciudad de Ciney, cortamos el sitio en franjas, desarrollando una arquitectura en profundidad. La fachada en la calle constituye un interfaz con la urbanidad, mientras tanto la arquitectura y el paisaje se extienden, con una alternancia del lleno y del vacío, hasta llegar al río Leignon que atraviesa el sitio. Los volúmenes así generados se especifican por la repartición lógica del programa: estacionamiento en la planta baja, oficinas a lo largo de las vías del tren y viviendas en el centro del sitio.

La reflexión sobre las masas de los edificios es la de ofrecer lo máximo de posibilidades en cuestión de uso y de definición. Lo construido tiene que llevar su propia capacidad a la evolución. Así para definir la adaptabilidad, elaboramos seis reglas:

Espesor: la luz natural determine el espesor útil del edificio
Indeterminación: la trama de construcción permite una utilización múltiple del edificio. El plan no está fijado por un programa, todas las configuraciones son posibles, no hay plano.
Evolución: el proyecto está diseñado para integrar una capacidad de evolución desde el principio.
Unión / División / Extensión: el proyecto diseña un volumen, el cual contiene a lo construido y la posibilidad de expanderse.
Transportable: la arquitectura está basada en un espesor bajo la lógica del plan libre. Estos conceptos pueden ser traslados a otros sitios en Europa. El clima, el relieve y el contexto darán la cohesión de una arquitectura contextual.
Participativo: un proyecto participativo coloca al futuro habitante y el arquitecto en el centro de un proceso de concepción, con un diálogo entre los diferentes actores del proyecto, diseñando la arquitectura en función de las esperas y de los usos.
El proyecto quiere ser a la vez contextual y desglosado, buscando una reinterpretación de las parcelas existentes, así como una reflexión contemporánea acerca de los modos de vivir, en cuestión de transporte (peatones, bicicletas) tanto como de vida (jardines, participación).

El proyecto quiere también ser libre y transportable. Gracias a la definición de conceptos sencillos, se trata de permitir la reutilización en otros contextos, y la mutabilidad de los edificios a lo largo del tiempo y del espacio.